Realmente no hay fórmula o matemática para esto.
Usted es el que tiene acceso al ave en cuestión, y sus propios sentidos son sus mejores herramientas de detección.
Si el pollo crudo tiene alguna de estas características, no desea comerlo:
- Color gris o manchas
- Tiene líquido saliendo de él
- Se siente pegajoso o viscoso
- Tiene un olor distintivo. (El pollo fresco casi no tiene olor discernible)
Según su descripción del tiempo transcurrido, le daría una probabilidad del 50/50 de que el pollo esté bien. Realmente depende del estado del pollo cuando entró en el congelador.
Si no está seguro, es mejor no arriesgarse. Comer aves de corral que se han echado a perder puede causar una enfermedad grave.
Cómo saber si el pollo es malo