No te preocupes por eso. La salsa Puttanesca es una de esas recetas de “fregadero de cocina” que está completamente determinada por sus preferencias. Así es como lo hago:
Pele seis u ocho dientes de ajo y hágalos hervir a fuego lento en una sartén mediana con una buena cantidad (1/4 de taza) de un buen aceite de oliva. Cuando se tornen dorados en la parte inferior, gírelos para que se doren por completo.
Cuando llore de alegría el olor a ajo que llena su cocina, coloque una pizca de buen tamaño de hojuelas de pimiento rojo, seguidas de tres o cuatro filetes de anchoa bien picados. Hornee los copos y las anchoas, revuelva, por un momento y luego agregue una lata de tomates triturados (16 onzas, 24 onzas, ¡Su llamada!) O 3 tazas de tomates frescos picados. Deje que hierva a fuego lento y agregue un generoso puñado de aceitunas negras picadas y picadas (Kalamata está bien, pero use lo que use, obtendrá más sabor a oliva si las pica) y dos o tres cucharadas de alcaparras (bien enjuagadas si sal- lleno).
Deje que hierva a fuego lento mientras cocina la pasta (puntos extra para algo sustancial, como fusilli, pero oye, ¿adivina qué?). Escurra la pasta y mézclela en un tazón para servir con la salsa y un montón de perejil fresco picado (hoja plana, por favor. Esto no depende de usted). Sirva con parmesano rallado fresco. Ooh, ahora me tienes babeando.