En mi opinión, las microondas tienen exactamente dos usos: recalentar sobras y verduras humeantes. Un microondas sobresale en estas cosas, y es una gran herramienta para tal.
Todo lo demás es un tramo y te lleva más lejos de aprender a cocinar. Es tentador pensar en un microondas como este electrodoméstico, pero no lo es.
Recuerdo que cuando era más joven, mi familia una vez tenía un microondas que tenía un lugar adentro donde enchufado una sonda de temperatura. La idea era cocinar un asado o un pollo, y el microondas lo cocinaría hasta que alcanzara la temperatura interna deseada. Parecía una idea increíble porque no sabía mucho sobre cocina en ese momento.
Nunca usamos esa característica, que yo sepa. Supongo que mi madre lo sabía mejor. Hoy, la idea de cocinar carne con microondas es una abominación. Mi suegra rutinariamente cocina el pollo de su esposo tirándolo en un plato para hornear y cociéndolo en el microondas hasta la muerte. Me pone triste cada vez que pienso en él comiendo ese pollo gomoso y pálido. Odia cocinar, y se nota cuando comes su comida.
Así que usa un microondas para lo que es bueno, y para todo lo demás, por amor al dulce niño Jesús, aprende a cocinar.