Muy simple:
Deja la piel puesta. Lave y seque sus pechos de pato. Con un cuchillo pequeño y filoso, puntee la piel, cortando en diagonal a lo largo del pecho alrededor de cuatro o cinco veces. Cortar lo suficientemente profundo como para entrar en la carne, pero no mucho más profundo que eso. Sal cada lado fuertemente con sal y pimienta. Cacerola mediana-baja con aceite de oliva (o cualquier aceite). Coloque el seno con la piel hacia abajo y cocine por alrededor de siete minutos. Esto hace que la piel sea realmente nítida. Aumente el fuego a medio, voltee y cocine durante tres minutos más. Déjate sentar por unos minutos y profundiza.
Si deja la piel apagada, cocínela durante unos seis minutos por cada lado sin marcarla ni cambiar la temperatura. La pechuga de pato debe servirse en raras ocasiones.