Nunca he dirigido un restaurante chino, pero puedo adivinarlo bien.
- El tiempo de preparación para la comida y la puesta en lugar son mínimos y están divididos en muchas porciones.
- El tiempo real de cocción (costo de mano de obra) es muy bajo, del orden de 1 minuto por plato, y la producción de un chef puede ser muy alta.
- La competencia de otros restaurantes chinos es intensa, lo que obliga a los propietarios a establecer precios bajos.
En comparación, el lomo saltado de un restaurante peruano con papas fritas requiere más trabajo de preparación y más tiempo para cocinar / terminar y servir que un plato chino. El volumen es más bajo, por lo que el propietario debe establecer precios más altos para poder sobrevivir. La competencia es menor, aliviando la presión a la baja sobre los precios; De hecho, el propietario del restaurante peruano probablemente aproveche el factor novedoso de tener el único (o uno de los pocos) restaurantes peruanos de la comunidad.