¿Cuál es la forma más confiable de hacer salsa de goteos de pollo?

Elimine la grasa de la parte superior de los jugos y agregue esta grasa a una olla. Por cada cucharada de grasa, agregue una cucharada de harina. Revuelva la mezcla hasta que esté sin grumos, luego encienda el fuego a medio y cocínelo hasta que tenga un color marrón claro / dorado. Este es el roux que usará para espesar la salsa, y ha agregado convenientemente sabor de pollo de la grasa.

Ahora, pruebe el caldo que queda de haber desnatado la grasa. Si es muy salado, agregue solo 1 o 2 cucharadas soperas a su roux. Si solo es ligeramente salado, puede usar principalmente este caldo para terminar la salsa. Después de agregar algo del caldo al roux, si la salsa no se adelgaza a una consistencia razonable, agregue un poco de leche para adelgazar.

En este punto, debe elevar la salsa a por lo menos a fuego lento, ya que esto garantizará que no tenga sabor a harina, y asegurará que la harina alcance su máximo potencial de espesamiento. Solo después de un cocimiento lento sabrá la consistencia final de su salsa. Si es demasiado espeso en este punto, puede agregar un poco de leche o caldo a la vez hasta que alcance la consistencia deseada.

Si desea una salsa translúcida casi transparente en lugar de la receta más contundente que describí anteriormente, use almidón de maíz en lugar de harina, use agua en lugar de leche y agregue más peso al caldo ya que está perdiendo la riqueza de la leche. Sin embargo, esta receta puede ser un poco salada si su caldo está salado, por lo que solo lo sugiero como una alternativa al método de leche / harina.

Agregue agua (tal vez una cucharada de goteos por dos tazas de agua), sal, pimienta, un chorrito de salsa de soja. Llevar a ebullición y agregar lentamente una suspensión de harina (la harina se disuelve en agua) mientras se mezcla (para evitar grumos).

Si lo desea, puede agregar un poco de cebolla picada y champiñones, salteados en mantequilla para darle textura y sabor adicionales. Qué tan grueso quieres la salsa es una cuestión de preferencia personal. Cuanto más grueso quieras, más lechada debes agregar.