La mayoría de los esclavos solo tenían acceso a los desechos, las sobras y los cortes de comida menos deseables, o los comestibles que podían cultivar o recolectar solos.
Los corvejones de jamón, los pies de cerdo en escabeche, la papada de cerdo, la cola de buey y los chitlins son ejemplos de alimentos que nacieron del uso de las vísceras que los propietarios de esclavos consideraban no aptos para su propio consumo. Los coles verdes, los cacahuetes, los frijoles, el arroz y el pan de harina de maíz eran baratos, llenaban los alimentos básicos que tenían a su disposición, y podían ser aromatizados con solo un poco de carne y cebollas.
Gran parte de la cocina de “soul food” proviene de los orígenes de la cultura de esclavos.
