Supongo que mi consejo sería recoger algunos libros de cocina basados en una cocina que te interese: francés, hindú, italiano, etc. (Esto no tiene por qué ser caro, ya que las librerías usadas suelen tener secciones de libros de cocina bastante buenas). Dedica un tiempo a hojear esos libros para tener una idea de las técnicas y combinaciones de sabores que usan. Luego, elija un par de recetas bastante simples que usan mezclas de ingredientes que le resultan intrigantes y que no requieren técnicas o ingredientes complicados que le resultará difícil encontrar. Siga las recetas al pie de la letra, pero asegúrese de probar la comida durante todo el proceso para ver cómo la adición de diferentes cosas cambia el plato. Hazlo un par de veces para que te sientas seguro de que conoces bien el plato. Luego, piensa en lo que podrías cambiar y cómo eso afectará las cosas. Haga el plato nuevamente, incluidos esos cambios y vea qué pasa. (Es posible que no desee hacer esto para las cenas hasta que tenga una idea de lo que sucede con la comida). Pruebe algunas recetas más, siguiendo el mismo proceso. Descubrirá que comienza a darse cuenta de qué aporta cada ingrediente y cómo interactúan entre sí. A medida que aprenda más, podrá usar lo que ha aprendido para otros tipos de cocina.
Las revistas de cocina también pueden ser útiles. A veces tienen artículos sobre una especia específica u otro ingrediente con diferentes recetas que lo incorporan. Estos pueden darle una idea de cómo (por ejemplo) el comino se usa en una variedad de platos, como barbacoa americana, tajine marroquí o tacos callejeros mexicanos.
Otra cosa que puede ayudar con esto es hacer amigos con otras personas que les gusta cocinar. Es genial tener a otras personas para intercambiar ideas, aprender de ellas y compartir su comida. Y, en definitiva, aprender a cocinar tiene que ver con compartir comida con los demás.