¿Es extraño si me encantan las cosas como el ketchup y la salsa de tomate, pero no soporto comer tomates comunes?

Yo diría que no. Yo soy exactamente de la misma manera, aunque he mejorado sobre el consumo de tomate crudo. Para mí, creo que es parcialmente un sabor, y en parte la textura viscosa que encuentro desagradable.

Lo que he hecho para mejorar gradualmente acerca de comer tomates crudos es, para:

  1. Comience con tomates Roma, son en su mayoría de carne y menos delgadez.
  2. Córtelos muy finos como el papel. Esto aumenta el área de superficie para el siguiente paso.
  3. Espolvoree las rodajas de tomate con un poco de sal kosher, que se adherirá a la carne de los tomates, y espere 15 minutos.

Al cortar en rodajas finas y ligeramente saladas, saco un poco del desagradable sabor de los tomates frescos que no me gustan, y toman un sabor más cercano a la salsa de tomate, mientras se mantiene una textura de tomate casi fresca. Ahora disfruto hacer BLT con este método, y puedo apilar muchas capas de tomates en rodajas finas a mis sándwiches sin problemas.

La mamá de un amigo que estaba creciendo estaba tan disgustada con el tomate crudo que se sintió enferma cuando se los comía crudos, pero como mujer italiana, ella hizo muchas salsas de tomate deliciosas con ellos, así que siento que este sentimiento debe estar por lo menos algo extendido.

No estas solo. Conozco a muchas personas que comen alimentos a base de salsa de tomate (por ejemplo, salsa de pizza, salsa de espagueti, chile, sopa de tomate, etc.) pero se niegan rotundamente a comer tomates en ensaladas o hamburguesas. Yo, por otro lado, amo los tomates en casi cualquier forma excepto el ketchup.

Absolutamente no. Mi madre desprecia el tomate crudo mientras adora las salsas de tomate y la pasta de tomate en muchas de sus recetas alemanas. Soy lo opuesto, evito cualquier contacto con los tomates cocidos. Si no puedes probarlos, como en ciertos curries, entonces están bien.

O si están en comida alemana, porque toda la comida alemana es deliciosa. Así que no te preocupes, eres perfectamente normal 🙂