Ingredientes
2 huevos grandes, a temperatura ambiente
2 cucharaditas de jugo de limón recién exprimido (o vinagre)
1 taza de aceite de sabor neutro (como aceite de oliva light, aceite de semilla de uva, nuez o aceite de almendras dulces)
Una pizca de sal marina de grano fino de buena calidad
Direcciones
- Reúna todos sus ingredientes. Descubrí que un batidor resistente funciona mejor y que un recipiente con lados altos ayudará a evitar las salpicaduras.
- eparar los huevos. Guarde las claras de huevo para otro propósito (como el merengue) y coloque las yemas de huevo en un tazón pequeño con lados altos.
- Vierta el jugo de limón fresco en el recipiente con las yemas de huevo y batir bien. Las yemas de huevo contienen un emulsionante natural, lecitina, que ayuda a espesar las salsas y a unir los ingredientes.
- Lentamente, algunas gotas a la vez, vierta el aceite en el recipiente mientras bate constantemente. Una vez que la mayonesa ha comenzado a espesar, vierta el aceite en un flujo lento y constante. Si el aceite comienza a acumularse, deje de verter y bata la mayonesa enérgicamente hasta que el aceite se haya incorporado.
- Si la mayonesa comienza a parecer demasiado espesa, agregue suficiente agua para diluirla a la consistencia que desee. Agregue aproximadamente una cucharadita de agua a la vez.
- Una vez que todo el aceite ha sido mezclado, la mayonesa debe ser espesa y esponjosa, con su batidor formando cintas a través de la mezcla. Sazonar cuidadosamente con sal marina de grano fino. Agregue un pequeño chorrito de agua si desea una mayonesa más diluida.
Guarde su mayonesa casera en el refrigerador en un recipiente tapado por 3 días.