Acabo de aprender esta técnica … y es increíblemente bueno.
- Tome una sartén pesada (uso de hierro fundido) y caliéntela a fuego medio. (Una buena forma de saber si hace calor es poner unas gotas de agua y ver si “baila” y luego se evapora).
- Agregue un poco de aceite. Suficiente para cubrir el fondo de la sartén (permita que el aceite se caliente un poco en la sartén: se adelgazará y se extenderá mejor)
- Agrega las papas fritas. Gira, gira o tira hasta que estén un poco dorados por todos lados.
- Retire de la sartén en un plato forrado de toallas de papel.
- Comer.
A mis hijos les encantan las papas recalentadas mejor que las frescas … si las papas fritas originales estaban flojas.