Nunca lo he visto, pero parece ser un tipo inteligente. También es guapo, tiene un acento australiano genial y obviamente sabe cómo promocionarse bien. Él también puede cocinar.
Curtis Stone enganchó su carreta a la estrella en ascenso de Marco Pierre White cuando estaba logrando la fama en Londres. Stone subió de rango en el imperio de restaurantes de White y comandó al menos uno de sus restaurantes con estrellas Michelin. Cuando sintió que había logrado todo lo que podía bajo White, se puso solo. También tuvo la oportunidad de entrar a la televisión, donde su buen aspecto y encanto le ganaron muchos admiradores.
Ahora es dueño de dos restaurantes y se lo puede ver en varios shows de cocina, además de promover organizaciones benéficas.
