Esta no es una solución muy práctica, ya que el tiempo que ahorra la espera se intercambiará durante el tiempo de limpieza, pero es una respuesta literal a su pregunta.
Desea disipar el calor lo más rápido posible, lo que significa que el área de la harina de avena demasiado caliente para ser consumida debe estar lo más expuesta posible al aire más frío.
Extienda la harina de avena en una bandeja para hornear grande con una espátula lo más fina posible, luego coloque la bandeja para hornear delante de un ventilador o acondicionador de aire utilizando la configuración más alta posible. El aire frío que sopla sobre el área de la superficie caliente debe enfriar la harina de avena a una temperatura razonablemente cálida en menos de un minuto (solo una conjetura).
Ahora, acabas de guardar dos minutos completos. Sin embargo, necesitarás pasar esos dos minutos lavando la bandeja para hornear y la espátula. Te dije que fue un intercambio.
No sé si esta otra idea funcionará, pero intente colocar un tazón en el congelador la noche. Luego transfiera la avena caliente a la taza helada y revuelva alrededor de un minuto más o menos. El ‘intercambio’ de calor debería ayudar, pero no estoy seguro si funcionará.