Hay muchas respuestas correctas a esta pregunta. He encontrado dos técnicas que ayudan, independientemente de cómo se cocine el pavo:
1) ¡Asegúrate de que el pavo esté seco! Cuanto más el horno tenga que evaporar la humedad de la superficie, menos calor irá hacia el pardeamiento. Para secar el pavo, detenga el salmuerado (húmedo o seco) 24-48 horas antes de asarlo. Séquelo con toallas de papel, luego guárdelo en el refrigerador hasta que esté listo para cocinar. El aire frío en el refrigerador realmente ayuda a secar la piel antes de cocinar.
2) Frote la piel con grasa como el aceite vegetal o la mantequilla clarificada (la mantequilla regular tiene un 15-30% de agua, lo que no es bueno para dorar) justo antes de tostar. La grasa ayuda a conducir el calor del horno hacia la piel.