Para la mayoría de las microondas básicas, no hay ningún “elemento calefactor”.
Las microondas generan calor al inducir una oscilación en las moléculas de los alimentos, millones de veces por segundo, calentando desde adentro hacia afuera, no mediante la transferencia de energía térmica de una fuente de calor como un elemento de calefacción tradicional, calentando desde el exterior hacia adentro.
La oscilación es inducida por un tubo de magnetrón que excita las moléculas de agua polares en la comida, y su movimiento rápido genera calor a través de la fricción entre ellas y las otras moléculas en la comida. Sin embargo, este calor generalmente se limita al punto de ebullición del agua, que es mucho más baja que la temperatura necesaria para quemar o dorar la comida.
Hay algunos hornos híbridos que combinan la calefacción por microondas y los elementos de calentamiento tradicionales para dorar la comida y calentarla rápidamente, pero estos no son muy comunes.