Si su comida anterior era alta en carbohidratos (cereales, pan, arroz, patatas) sin proteínas (carne, legumbres, nueces) o grasa (mantequilla, aceite, queso), es posible que tenga hambre antes de lo esperado. Este es el por qué.
Los carbohidratos simples son digeridos rápidamente por su cuerpo. De hecho, los que se derriten o se disuelven en la boca se digieren más rápidamente y te harán sentir hambre antes. Especialmente, ya que desencadenan la liberación de jugos gástricos que le dan esa sensación de “estómago agitado”. Se considera que estos alimentos tienen un “alto índice glucémico”.
Las comidas más complejas que incluyen alimentos crudos o proteínas y grasas tardan mucho más en digerirse. Cuanto más tenga que masticarlo, más trabajo tendrá que hacer su estómago y más tiempo le llevará pasar por su sistema. Las grasas y las proteínas son estructuras particularmente complejas que mantienen el nivel de azúcar en la sangre a un nivel más estable.
Si está tratando de hacer dieta (perder peso) o mantener un nivel bajo de azúcar en la sangre (si es diabético) evite comer alimentos que se disuelvan en la lengua. Si come alimentos así, intente combinarlos con una cantidad moderada de grasa (la grasa es alta en calorías, así que no exagere) o proteína. Por ejemplo, tome una rebanada de queso con su manzana o yogur con su cereal.
Si ya cometió el error y sabe que tiene “irrazonablemente” hambre, coma algo con un índice glucémico “bajo” que también sea satisfactorio: algunas verduras o algunas nueces, por ejemplo.
