Hay dos elementos importantes.
Lo primero que debes hacer es lavar el arroz muy bien.
Pon el arroz en la olla de arroz y agrega un poco de agua, no lo suficiente para cubrirlo. Agita el arroz redondo con el fingee tios y luego muele algunos puñados nuevamente con las yemas de los dedos. Gire de nuevo y agregue mucho si tiene agua, luego drene. Repita este procedimiento hasta que el agua salga clara.
El segundo es la proporción de agua a arroz. Esto requiere práctica. El arroz de la nueva temporada necesita menos agua que el arroz más viejo, el comienzo de un saco menos que el final. Si haces arroz con regularidad, tendrás una idea de la cantidad de agua que produce el arroz a tu gusto.