Aunque la pérdida de sabor a sal podría representar el desarrollo del síndrome de boca ardiente, el gusto alterado puede desarrollarse en algunas personas debido a una deficiencia de zinc en sus dietas. Se recomienda una ingesta mínima de 10-15 mg de zinc por día para los adultos. El zinc es especialmente abundante en ostras, pero también en alimentos como carne de res, aves, frijoles y nueces. Si hay alguna pregunta con respecto a su dieta, puede valer la pena probar un suplemento multivitamínico que contenga zinc durante 2 a 3 semanas.
Si su gusto no ha regresado en ese momento, entonces un diagnóstico de síndrome de boca ardiente podría ser aún más probable. Sugeriría hablar con su médico de familia.