El jugo de limón, como se menciona, funciona de maravilla. Otro truco que recogí hace unos años es tomar una pequeña taza de leche y sumergir los dedos entre las bombillas. Parecía una locura cuando vi que el chef lo hacía, pero funciona.
Por último, no puedes usar los dedos para pelar el ajo. En su lugar, use dos tazones de metal, agregue los clavos sin pelar y agite vigorosamente: