Hablando desde el punto de vista de Malasia, mi respuesta sería “Nunca lo sabrás si no lo intentas”.
Casi todos los años, noté que hay una tendencia en Malasia. Hubo un año en que la gente enloqueció con el té de leche con burbujas, luego con el café, luego con la locura de las hamburguesas, luego con los helados y los camiones de comida.