A fuego lento es cuando se calienta el agua hasta que no esté hirviendo. Deberían formarse pequeñas burbujas en el fondo de la olla, pero muy pocas deberían llegar a la superficie del agua. La temperatura sería alrededor de 200 grados Fahrenheit o 95 grados Celsius.
La caza furtiva se realiza a una temperatura más baja, más como 170 grados Fahrenheit o 75 grados Celsius.