Las trufas comestibles son muy apreciadas en la cocina francesa, georgiana, griega, italiana, croata, de Oriente Medio y española, y se pueden encontrar generalmente en los países mediterráneos y balcánicos.
La trufa es una fruta de la tierra que se conoce desde la antigüedad, especialmente en la Mediterránea. Los antiguos griegos lo llamaron Hydnon (de donde deriva “hidnología”, que es la ciencia de la trufa) o Idra, el pueblo latino lo llamó “Tuber”, del verbo “tumere” (= hincharse).