Elegimos vivir porque todos estamos apegados a una cosa u otra. Esta es la regla fundamental de la naturaleza y romper esta regla es casi imposible.
Algunas personas están más unidas a sus familias.
Algunas personas están más unidas a sus trabajos.
Algunas personas están apegadas a su estilo de vida.
Algunas personas están apegadas a la ciencia, otras a la religión.
Algunas personas aman a sus amigos y, sobre todo, dinero, material y lujo.
Sin excepción, existe un archivo adjunto, por confuso o confuso que sea en primer plano. Este apego corre tan profundamente en nuestras vidas que se convierte en la vida misma. Luego pasamos la mayoría de las horas al día, la mayoría de los años de la vida salvaguardando estos apegos, porque perderlos es perder la vida misma. Y luego morimos, no hemos vivido en absoluto.