El método que mejor me ha funcionado es salmuerar el pavo en sus propios jugos, sin sumergirlo en líquido.
Separe la piel del pecho, los muslos, las piernas y la parte posterior del pavo con una cuchara de madera. Distribuya uniformemente alrededor de 6 cucharaditas de sal kosher debajo de la piel separada. También, distribuya uniformemente 1 cucharada de sal kosher en la cavidad del pavo. Envuelva bien en celofán y refrigere durante 24-48 horas.