Pienso en las propiedades científicas del proceso de cocción. ¿No es una delicia ver la belleza de los conceptos científicos (y matemáticos) en el mundo que nos rodea? Las propiedades físicas de los líquidos como el agua cuando alcanzan cerca de su punto de congelación / punto sólido o vapor / punto gaseoso. La forma en que la sal actúa como emulsionante para una vinagreta perfecta. La forma en que los agentes leudantes cambian el comportamiento de la harina de trigo. La forma en que los sabores de las hierbas se liberan con el uso de aceite. Y qué gran fortuna es que una comida bien balanceada se pueda describir como una en la que hay muchos colores diferentes. ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo es que los tomates salteados, la calabaza amarilla, el pimiento verde y la cebolla roja (morada), combinados con un poco de orégano y albahaca, pueden hacer un plato tan delicioso, nutritivo y bonito? ¿Qué en la evolución de la “comida” y los humanos llevó a esta realidad de la buena nutrición como una paleta de colores?
Vivo cerca de montañas, una bahía de agua salada y un océano. Las principales líneas de falla del terremoto de la costa del Pacífico forman una red densa aquí. Las montañas son aún más hermosas porque puedo ver cómo el movimiento de esas fallas dio lugar a la presión que dio lugar a las montañas. Me maravillo de que los científicos digan que sabemos menos sobre nuestros océanos de lo que sabemos sobre el espacio exterior. ¿Cómo es esto posible? Esto hace que los océanos sean misteriosos, pero son más hermosos para mí en la medida en que puedo apreciar sus propiedades “científicas”. La presión a grandes profundidades, la absoluta falta de luz, los ecosistemas (delicados), la forma en que la evolución demuestra su aleatoriedad en las adaptaciones de la vida marina a su entorno.
Las analogías para mí son la forma en que aquellos con experiencia en las bellas artes pueden ver mucho más en cualquier pintura y la forma en que aquellos con experiencia en música pueden escuchar mucho más en cualquier actuación musical. Todos tenemos acceso a sentimientos sobre la comida que olemos y comemos, la obra de arte que vemos y la música que escuchamos. Pero cada uno de nosotros trae el potencial de una delicia especial cuando también tenemos conocimiento específico de dominio de las teorías y conceptos y técnicas que se aplican a cada uno.
No todos quieren aplicar lo que aprendieron a su experiencia cotidiana. Prefieren leer una novela para la acción en la historia, no los temas y metáforas que aprendemos a entender en la crítica literaria (a pesar de que, en algunos casos, estos lectores tienen un título en literatura). No todos los que recuerdan la física de la escuela secundaria se emocionan (o incluso recuerdan) lo que sucede cuando tenemos un proyecto de cableado con circuitos paralelos y en serie; en cambio, uno puede contratar a un electricista y seguir con su vida. De hecho, no todos los que tienen los medios para hacerlo incluso intentan una comida multicolor con regularidad. Y luego hay una comprensión potencial, en un nivel más profundo, de si es la naturaleza o la nutrición lo que nos hace de una forma u otra.
