En pocas palabras, motivación. Donde el ayuno se abstiene de los alimentos con fines de conservación, curación, limpieza, conciencia espiritual elevada, austeridad religiosa o pérdida de peso.
Si bien una huelga de hambre es un medio no violento de protesta, donde se supone que debe apelar al lado compasivo de todo hombre. El pensamiento es porque todos saben lo que es tener hambre, aunque en una circunstancia mucho menos extrema, deja que la familiaridad de la sensación sea lo mejor para ejemplificar su convicción.
Y aunque las motivaciones pueden ser diferentes, la capacidad de recuperación que vemos en el espíritu humano es siempre inspiradora, para aquellos que nos consideramos más o menos impotentes.
L & L
