Los beneficios del té blanco han estado causando sensación últimamente ya que muchos observadores de té han afirmado que posee más beneficios para la salud que el té verde más conocido, el único otro tipo de té que no se oxida ni fermenta.
Esa afirmación puede tener cierta base ya que el té blanco proviene de las hojas no curadas, sin procesar y sin fermentar de la planta de camelia sinensis. El té blanco se seca rápidamente mientras que el té verde se tuesta en una sartén. El proceso de secado rápido atrapa una gran cantidad de antioxidantes en las hojas del té blanco, lo que potencialmente hace que el té blanco sea la bebida de salud “suprema”.
El té blanco obtiene su designación de los finos pelos blancos plateados que se encuentran en los brotes sin abrir de la planta de camelia sinensis. Las hojas de té blanco tienen una apariencia llamativa.
Producido en gran medida en China y profundamente venerado durante la dinastía Song, que floreció del 900 al 1200, el té blanco posee un sabor ligero, delicado y ligeramente dulce que agudiza los sentidos sin abrumar a la lengua. El té blanco puede tener niveles más bajos de cafeína que el té verde.
Los beneficios de salud
Algunos de los beneficios del té blanco son los siguientes:
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El té blanco puede ayudar a prevenir dolencias cardíacas.
Puede combatir el accidente cerebrovascular al reducir la acumulación de colesterol en el torrente sanguíneo.
Esta bebida también puede disminuir la presión arterial y mejorar la función de las arterias.
El té blanco puede ayudar a combatir el cáncer al atacar a los radicales libres que infligen daño a nivel celular.
Puede ayudar a promover huesos fuertes.
Contiene altas cantidades de agentes antibacterianos y antivirales promoviendo así el bienestar general.
Puede ayudar a promover dientes y encías saludables.
Esta bebida ayuda a proteger la piel del daño e incluso puede revertir parte del daño provocado por los radicales libres.
El té blanco puede reducir el azúcar en la sangre y ayudar a aliviar los síntomas de la diabetes.
