- Primero, consíguete un par de ruedas de sabor, como esta simple:
2. Mirando los adjetivos, encuentre aquellos con los que no se relaciona, o que no reconoce o recuerda. Encuentre una muestra de lo que el adjetivo describa y muestre.
- Por ejemplo, “fruta cocida”. Muchos restaurantes, o miembros de la familia, hacen una “compota” de fruta cocida. A veces puede encontrarlo ya hecho en supermercados que hacen comida para llevar a casa. Pruébalo y reflexiona sobre él para que tengas un recuerdo de los sentidos.
- Para otro ejemplo, toma “Sherried”. Pruebe una copa de diferentes vinos de Sherri (como Cream, Oloroso, Pedro Jiménez) y reflexione sobre ellos para crear una memoria de sentido
3. Hable con un bebedor de whisky experimentado o un embajador de Whiskey y pídales que le recomienden un whisky que se sabe que tiene una cierta complejidad o un componente de sabor prominente que no reconoce en la rueda.
- Prueba ese whisky, tal vez en su compañía, primero olfateándolo y reflexionando sobre los sutiles olores, habla sobre ellos y consulta la rueda
- Pruébalo con un sorbo, déjalo reposar sobre tu lengua y reflexiona sobre los sabores y habla sobre ellos y consulta la rueda.
- Agregue unas gotas al whisky y espere un minuto y repita los pasos de cata de la nariz para recoger los sabores mejorados o revelados, y, sí, consulte la rueda
¡Aclamaciones!