¿Qué elegirías con pizza, una bebida fría o chocolate caliente?

¡No por favor! ¡Cualquier cosa menos chocolate caliente! ¿Cómo puede alguien pensar en acompañar un plato, que no sea dulce, con chocholate caliente?

El chocholate caliente alterará el sabor de cualquier cosa que uno coma, y ​​la mera idea de anchoas, o salami caliente entrando en mi boca mientras todavía contiene trazas de chocholate, me hace sentir mal.

La pizza se hizo para ser consumida con cerveza. Aunque es muy probable que los inventores de la pizza no conocieran la cerveza, el encuentro de estas dos especialidades fue una de las coincidencias más afortunadas en la historia de la nutrición humana.

La cerveza, mucho mejor que el vino o cualquier bebida carbonatada dulce, tiene el equilibrio adecuado de sabor, dulzura y amargura para combinar y mejorar el sabor de la pizza. Su contenido de ácido carbónico no es excesivo y su contenido de alcohol es modesto, por lo que puede consumirse en las cantidades requeridas por una pizza salada.

Sugiero una cerveza ligera, al estilo alemán, mientras que aconsejo evitar cervezas fuertes o saladas como stouts o ambers belgas

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