El sabor metálico es sangre, que tiene un alto contenido de hierro. Las posibles causas pueden variar desde el aumento de la producción de saliva hasta la caries dental o estar relacionadas con correr en el aire (altitud elevada) o un edema pulmonar leve.
La mayoría no son nada de qué preocuparse, pero es posible que desee mencionarlo a su médico, especialmente si alguna vez ha tosido sangre o ha tenido otras preocupaciones respiratorias o cardíacas.